Técnica: Acrílico sobre cartón montado
La obra de Tarsila resulta muy movilizante, la construcción de la identidad cultural, y la lucha por liberarse intelectualmente de aquellos que pretenden imponer sólo sus ideas. En esta lámina se hace referencia al personaje de Abaporu (1928). Abaporu significa en lengua tupí guaraní, “hombre que come hombre”. Esta obra acompañó el surgimiento del movimiento antropofágico, piedra de toque del modernismo brasileño, con el firme deseo de destruir la tradición académica europea reinante, y volver a las raíces e indagar en el concepto de brasilidad. Si bien aquí no se hace una referencia explícita a este concepto se utiliza sí su personaje a modo de homenaje y aparece abrazando al mundo. Puede ser este mundo o cualquier otro.
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